El archipiélago de las aves

Hoy os hablamos desde el archipiélago volcánico de las islas Columbretes, ante la costa de Castelló, parada y fonda fundamental para miles de aves durante su viaje migratorio de ida y retorno entre Europa y África. Conoceremos el trabajo de la guardería rural que desde hace 30 años se encarga de proteger las islas. Pero sobre todo nos fijaremos en algunos de sus habitantes más destacados cómo son las aves.

 

Conoceremos a Josabel Belliure, bióloga alicantina que ha viajado a la Antártida para estudiar el cambio climático y ha convivido con miles de pingüinos, a quienes se los considera la especie centinela del planeta. El proyecto FUSTES que investiga las estrategias naturales de árboles y plantas para vencer las consecuencias devastadoras del fuego. Nos fijaremos en la estepa de Cartagena, la planta más escasa de todo el territorio valenciano y una de las más amenazadas del Mediterráneo peninsular. Finalmente, conoceremos la asociación conservacionista AHSA, Amigos de los Humedales del Sur de Alicante, un grupo que desde hace 30 años promueve actividades para la conservación, el estudio y la divulgación de las zonas húmedas. 


El archipiélago de las aves

Las islas Columbretes son un lugar trascendental para las aves migratorias. El viaje entre África y Europa es un momento crucial en la vida de muchas especies. Este archipiélago es como un salvavidas fundamental en medio de la Mediterránea. Hasta aquí llegan miles de aves exhaustas que necesitan descansar unas horas antes de llegar al continente. Muchas lo consiguen pero otras mueren ahogadas. Nuestro compañero Abel Campos ha estado con las aves viajeras.


Conversación con Josabel Belliure

Los pingüinos, además de ser unos animales que nos resultan simpáticos por su gracia cuando andan, tienen el valor añadido de ser los mejores bioindicadores del cambio climático del planeta. Una bióloga alicantina, Josabel Belliure ha viajado al Antártida para estudiarlos y en Samarucdigital hemos tenido privilegio de que nos cuente en primera persona el relato sobre la experiencia a la Antàrdida y descubriremos otras facetas de la trayectoria profesional de esta valenciana, que nos traerán hasta Cuba. Rosa Brines nos presenta a Josabel Belliure.


La única estepa de Cartagena

El año 1986 se encontró la única estepa o jara de Cartagena que sobrevive hasta hoy en condiciones naturales. El autor del hallazgo es el botánico José Benito Crespo, que paseando por el municipio de la Pobla de Vallbona, en el Camp de Túria, identificó la planta en medio de una urbanización. La estepa de Cartagena se localizó por primera vez en Cartagena, Murcia, como su nombre indica, pero un incendio hizo desaparecer los seis ejemplares que vivían y dejaron al individuo de la Pobla de Vallbona como la única muestra en el medio natural.


La vida después de las llamas

¿Qué estrategias naturales utilizan los árboles y las plantas de nuestros bosques mediterráneos para hacer frente a un incendio forestal? Esta es la principal línea de investigación del proyecte FUSTES llevado a cabo por el Centro de Investigación sobre Desertificación. Nuestra compañera Kristin Suleng nos cuenta los detalles de cómo se rehabilita el suelo después de un gran incendio forestal.


Alimentación

¿Existe alguna relación entre lo que comemos y el cambio climático? Más de la que podamos imaginar. Quizás tendríamos que pararnos a pensar en todo aquello que forma parte de nuestra lista de la compra. Hoy aprenderemos a elegir los alimentos adecuados, prepararlos de manera eficiente y como adquirirlos en los establecimientos más convenientes, de la mano de nuestro ambientólogo Andreu Escrivà.


Amigos de los Humedales del sur de Alicante

Las zonas húmedas son los ecosistemas más amenazados del planeta y el grupo conservacionista llamado Amigos de los Humedales del Sur de Alicante lo saben muy bien. Esta asociación se fundó en 1995 con el objetivo prioritario de conservar, estudiar y divulgar estos tesoros acuáticos.


El Mas del Peraire

Visitamos el término de Fredes, concretamente el Mas del Peraire, una finca de 240 hectáreas declarada reserva biológica, en el límite mismo de la Comunidad Valenciana entre Cataluña y Aragón. Descubrimos un paisaje agreste, bien forestado y en un elevadísimo grado de naturalidad. Pero esto no ha sido siempre así, en los últimos 50 años, la finca ha tenido una historia muy interesante. A finales del siglo pasado, una explotación carpintera intensiva y excesiva dejó estas vertientes con una vegetación empobrecida y sin árboles grandes. Pocos años después, en 1997 la compró la Fundación FUNDEM y se planteó un objetivo muy claro, restaurar el ecosistema original y convertirla en un santuario para la conservación de la biodiversidad. Todo indica que en buena medida se ha conseguido.

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