Focas en la costa

Existen documentos antiguos de la aparición de focas en el litoral valenciano sobre todo durante los siglos XIX y principios del XX. En la actualidad es difícil contrastar esta documentación. El biólogo y jefe del Servicio de Vida Silvestre de la Consejería de Medio Ambiente, Juan Jiménez, recorre colecciones de historia natural de toda España para investigar focas disecadas que le aporten alguna pista sobre su presencia, la especie y la posible reproducción en el litoral valenciano hace más de 100 años.

La documentación histórica describe la aparición de focas en el litoral de la Comunidad Valenciana durante el siglo XIX y primeros años del XX. Existen multitud de relatos de marineros y pescadores refiriéndose a los lobos marinos de manera genérica sin distinguir entre las diversas especies de focas que han aparecido. Incluso la prensa describe con pelos y señales la llegada de una foca en el puerto de Valencia en 1923. Un animal que fue abatido en pocas horas para ser considerado un monstruo marino y que actualmente forma parte de la colección de historia natural de la Universidad de Valencia. Pero estos relatos son insuficientes para demostrar la presencia más o menos continuada de focas en el litoral valenciano hace más de 150 años y mucho menos determinar las especies. El objetivo de la investigación de Juan Jiménez es reescribir la historia de la foca monje en el Mediterráneo de la Península Ibérica. Para conseguirlo visita colecciones públicas y privadas de historia natural de colegios, institutos, universidades y otras instituciones. Entre los miles de animales conservados que llenan los armarios busca únicamente focas disecadas durante el siglo XIX. Un veterinario de la Fundación Oceanogràfic de Valencia y un aparato de rayos X le acompañan durante sus investigaciones. La finalidad de las radiografías que practican a las focas disecadas es obtener imágenes precisas de las piezas dentales y las aletas delanteras con el fin de averiguar la especie. La foca monje se reproducía en las Islas Baleares durante el siglo XIX y principios del XX pero todavía no se han encontrado pistas que indiquen su reproducción en la costa mediterránea peninsular. El desenlace de la investigación que desarrolla Juan Jiménez reside en las decenas de focas disecadas que esperan su turno en el interior de una vitrina.

Foto: älvaro Olavarría

La conservación de los animales naturalizados

La taxidermia durante los últimos años de avances científicos se ha convertido en una técnica extraordinaria al servicio de la ciencia que ha permitido la conservación de animales de valor histórico. Las colecciones de historia natural aparecieron en Europa durante el siglo XVIII amparadas por la Ilustración. El objetivo fue constituir un catálogo de la naturaleza mediante una clasificación continua y exhaustiva de animales. La aparición de las enciclopedias a color y más tarde el cine y la televisión postergaron cientos de colecciones de Historia Natural en la habitación de los trastos viejos. Hoy investigaciones como la que desarrolla Juan Jiménez demuestran la extraordinaria importancia de estas colecciones.

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