Tierra limpia, mar transparente

Visitamos el puerto pesquero del Grao de Castelló para embarcarnos en un reportaje que visibiliza uno de los grandes problemas ambientales contemporáneos: la contaminación de los mares y los océanos causada por la ingente cantidad de desechos generados por la mano humana. Hemos tenido ocasión de conversar con los agentes implicados en proyecto "Tierra Limpia, Mar transparente", una alianza tejida entre los marineros y la Diputación Provincial para salvar los ecosistemas marinos y preservar el futuro de la pesca.

Son casi las cuatro de la tarde de un sofocante día de verano y las gaviotas acuden puntuales a su cita al puerto pesquero del Grao de Castelló. La presencia agitada de las aves, conocedoras de las rutinas diarias de los marineros, indica que las embarcaciones están a punto de entrar al muelle de la lonja para descargar las capturas del día: pilas de cajas llenas de pez fresco que será consumido, horas más tarde, en los hogares y a los restaurantes de la zona. Desgraciadamente, estas especies marinas, de entre las cuales destacan sardinas, boquerones, pulpos y jureles, han compartido su último viaje en compañía de unos nuevos e indeseables habitantes del Mediterráneo: los plásticos y los microplásticos.

La " Era del Plástico"

Desde su descubrimiento, a principios del s. XX, se ha fabricado tanto plástico que su presencia puede documentarse en todos los rincones del planeta. Estos materiales derivados del petróleo, versátiles y con costes de producción baratos, ofrecen infinidad de soluciones para satisfacer las necesidades de la voraz sociedad de consumo, acomodada en el paradigma de "usar y tirar". A estas alturas, la sociedad, artífice de la "Era del plástico", no ha conseguido reciclar ni siquiera un 10% de la basura producida a lo largo del último siglo y el pronóstico a largo plazo no es nada esperanzador: buena parte de los desechos resistirán unos 500 años navegante a la deriva entre tierra y mar, sometidas a un progresivo proceso de fragmentación que las reducirá al calibre de microplásticos, la pieza más diminuta de una gran tragedia ambiental.

 Oriana Brunori luciendo mochila confeccionada con los materiales recogidos por los pescadores de Castellón. 

Tierra limpia, mar transparente: una alianza por la preservación del Mediterráneo.

El equipo de Samarucdigital ha sido testigo de una jornada de trabajo al puerto pesquero del Grao de Castelló para escuchar las experiencias de los marineros, un colectivo que, desde hace unos años, ostenta un papel activo en el proceso de vigilancia, salvaguarda y mejora de los ecosistemas marinos: tesoro de biodiversidad, fuente de alimento y recurso económico de gran importancia.

Sabedores del peligro que supone la invasión de los plásticos, "los pescadores se han implicado de lo lindo y de manera altruista en la protección del recurso natural, y el proyecto Tierra Limpia, Mar Transparente, es un claro ejemplo. La recogida de residuos se hace de manera desinteresada, para poder limpiar el fondo marino que nos da de comer", afirma Manuel Peña, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores San Pedro del Grado.

Esta iniciativa, nacida inicialmente de manera espontánea, cuenta con una estructura formal desde 2021, gracias al acuerdo firmado entre la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores (FEDCOPESCA) y la Diputación Provincial de Castelló. El mencionado pacto, secundado con una dotación económica de 20.000 euros anuales por parte del ente provincial, persigue un triple objetivo. En primer lugar, visibilizar la tarea de limpieza llevada a cabo por los pescadores; en segundo lugar, educar y concienciar la ciudadanía mediante diferentes acciones culturales y comunicativas, y por último, propiciar un impulso a la economía circular, transformando los desechos en nueces materiales textiles.

El resultado tangible de esta tercera vía es la fabricación de piezas de vestuario laboral confeccionadas a partir de los desechos pescados por los marineros. Gracias a su compromiso con la conservación, parte de los residuos que amenazaban la salud de los ecosistemas, han cobrado una nueva vida bajo la forma de mochilas y chaquetas térmicas que aportarán comodidad y confort a los pescadores durante las duras jornadas de trabajo.


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