El primer estudio que analiza la relación entre los humedales mediterráneos y el cambio climático

Un estudio dirigido por la Universidad de Valencia investiga hasta qué punto las zonas húmedas mediterráneas secuestran o generan CO2 y otros gases de efecto invernadero. Es la primera vez que se hace una investigación similar en el área mediterránea, que sí se ha hecho en manglares y zonas boreales. Los resultados del proyecto Climawet se incorporarán a los informes del IPCC. Coincidiendo con el día de los Humedales SEO-Birdlife ha hecho público un estudio que habla de un posible colapso de Doñana, el Delta del Ebro y la Albufera de Valencia.

El 2 de febrero de 1971 se firmó en la ciudad iraní de Ramsar el mayor instrumento mundial para la protección de zonas húmedas. La conocida Convención Ramsar como protege más de 2000 marjales, ríos, deltas y otros ecosistemas similares, temporales o artificiales, de todo el planeta que tienen en común la presencia de agua y la dependencia de ella para poder sobrevivir. Seis espacios de la geografía valenciana están incluidos dentro Ramsar; las Lagunas de la Mata-Torrevieja, Las Salinas de Santa Pola, Fondo de Elx- Crevillent, el marjal de Pego-Oliva, la Albufera de Valencia y el Prat de Cabanes -Torreblanca. Son algunos de los humedales analizados dentro de un estudio pionero, que investiga la relación entre las principales zonas húmedas de España con el cambio climático.

El proyecto Climawet, dirigido por el profesor de Ecología de la Universidad de Valencia, Antonio Camacho, analiza por primera vez la influencia de las zonas húmedas mediterráneas con la emisión y secuestro de CO2 y otros gases de efecto invernadero. El estudio, que abarca el 90% de los principales humedales españoles, está mostrando como la influencia de factores con la temperatura, la salinidad o el grado de sequía influyen en los resultados. Antonio Camacho explica que todo está relacionado con la gestión de cada espacio de manera que "actuar de una manera o de otra podría favorecer que se liberará más carbono y otros gases de efecto invernadero como el metano, o al revés; podrían contribuir a que las zonas húmedas secuestraron más carbono".

Un trabajo para la ONU

El trabajo, financiado por la Oficia de Cambio Climático del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, está liderado por la Universitat de València y cuenta con la participación de otros seis organismos. La investigación parte de un banco de datos único en el mundo elaborado durante 20 años que ha permitido catalogar y tipificar las principales zonas húmedas de la Península Ibérica que incluyen lagos, humedales, ríos, deltas o malladas entre otros espacios. Los resultados ayudarán al Panel Intergubernamental de la ONU (IPCC) a elaborar sus próximos informes.

Hasta el momento se ha estudiado la relación del cambio climático con en los manglares, demostrando que esos bosques tropicales funcionan como grandes secuestradores de carbono y otros gases de efecto invernadero, como explica el científico Antonio Camacho. Por el contrario otras zonas como los bosques boreales, en lugares como Siberia, tienen altas capacidades de emisión. Ahora, por primera vez, también se conocerá la relación con el cambio climático de los humedales mediterráneos en diferentes escenarios de calentamiento global.

Calamón. Foto: Jose Ballester (Seo-Birdlife)

En situación de no retorno

Con motivo de la fecha simbólica del Día de los Humedales, SEO-Birdlife ha presentado un estudio que asegura que Doñana, el Delta del Ebro y la Albufera de Valencia podrían entrar en un “punto de no retorno” en pocos años. La mala gestión del agua, los vertidos contaminantes y la sobreexplotación de acuíferos son las principales causas unidas a los efectos del cambio climático. Los tres espacios son los de mayor relevancia ecológica entre los humedales de la Península y en ellos vive el 25% de las especies de aves acuáticas invernantes censadas en España -con una media de 600.000 ejemplares- según explica la organización naturalista.

Respecto a la Albufera de Valencia el estudio de SEO-Birdlife explica que las aguas residuales y los retornos de riego siguen aportando nitratos y fosfatos, procedentes de fertilizantes y detergentes, a pesar de las medidas correctoras introducidas desde los años 80. Esas aportaciones generan un exceso de nutrientes fomentando el crecimiento de microalgas que han oscurecido el color de las aguas, y que impiden el normal crecimiento de una comunidad diversa y equilibrada de plantas acuáticas. La aportación de agua en abundancia y de calidad es la principal solución al problema, que la organización reclama a las administraciones central y valenciana. Desde el año 1900 el 64% de las zonas húmedas del planeta han desaparecido.

Beneficios desconocidos

Los beneficios que aportan los humedales son múltiples para la sociedad como hemos mostrado en anteriores reportajes, aunque muchas veces los gestores y las poblaciones que viven alrededor de ellas lo desconocen. Los humedales funcionan como auténticos riñones de la naturaleza, trabajando como depuradoras de los contaminantes. Son grandes depósito de agua que ahorran recursos hídricos para los tiempos de escasez. Contribuyen a frenar la intrusión del mar y frenan la acción de los temporales y las grandes avenidas. Además ofrecen un importante atractivo turístico cada vez más apreciado, peor ejemplo, por los observadores de aves, gracias a la gran reserva de biodiversidad que albergan.

Tancat de la Pipa. Foto: @Alvolai

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