Poco después de la medianoche del primer sábado julio, una tortuga boba (Caretta caretta) de grandes dimensiones ha salido del mar para depositar sus huevos en la arena de la playa de las Palmeras, en Sueca. En esos momentos mucha gente que frecuentaba el paseo marítimo advirtió la escena y unos jóvenes han notificado la situación al teléfono de emergencias 112. Técnicos de la Universidad de Valencia y de se han desplazado al lugar para recuperar la puesta formada en total por 89 huevos, que la hembra ha enterrado bajo la arena.

Las tortugas regresan donde nacieron

Los investigadores han confirmado los hechos y han introducido un microchip dentro del cuerpo del animal para poder hacer un seguimiento de sus viajes. Además la han marcado con una anilla y le han extraído sangre para poder analizar su estado de salud. Siguiendo el protocolo, la madre tortuga ha sido después liberada para que pueda seguir su camino. Es muy probable que en las próximas semanas la misma tortuga vuelva a depositar más huevos en otra playa de la zona. La tortuga boba es filopátrica, es decir, vuelve a criar al mismo lugar donde nació.

La mayor parte de los huevos, 71, han sido tralladats y enterrados en la playa de La Punta, en la Albufera de Valencia, donde ya han sido trasladados SamarucDigital. Los otros 18 huevos descansan en las incubadoras de l’Oceanogràfic, para garantizar la supervivencia de una parte de las crías y poder estudiar en detalle su evolución sólo salir de la cáscara.

Un hecho desconocido

La aparición de nidos de tortuga marina en las costas valencianas era un hecho desconocido hasta hace poco años, este es el cuarto caso que se detecta desde 2006. El nido más reciente se localizó el año pasado en Torrevieja, . Los otros dos nidos se encontraron en la playa de San Juan de Alicante y en Puçol.

El incremento de la detección de estos nidos están relacionados con la mayor ocupación humana de las zonas de litoral y también la concienciación ciudadana. No es casualidad que la localización de la tortuga en Sueca se haya producido un sábado por la noche en pleno verano, cuando la gente llena las zonas de playa. Los técnicos explican que todo indica que la cría de tortugas marinas es habitual en varias playas valencianas pero es difícil de detectar porque se produce de noche y de manera inesperada. Hasta hace poco más de una década no se habían detectado casos como éste en el Mediterráneo occidental.

Las principales amenazas para las tortugas marinas son la pesca accidental y la abundancia de plásticos en el mar que confunden con medusas, uno de sus alimentos predilectos. Su presencia ante nuestras costas garantiza el equilibrio de la biodiversidad marina y ayuda a mantener en buen estado la cadena trófica.

Los investigadores animan a la gente a llamar al 112 siempre que detectan una tortuga en una playa o cualquier otro suceso relacionado con fauna, para poder actuar de la manera más adecuada para los animales.