Halcones urbanos en Madrid

Desde finales de los años 80 del siglo pasado en la ciudad de Madrid se comenzaron a ver halcones peregrinos. Al principio uno rondaba las famosas torres KIO del centro de la ciudad, y posteriormente llegó otro, se formó una pareja. Desde entonces hasta 2017 han pasado más de 30 años, y poco a poco, los halcones han ido colonizando, de forma natural la ciudad.

Actualmente tenemos en Madrid al menos 8 parejas reproductoras y en grandes núcleos urbanos cercanos (Fuenlabrada, Leganés y Alcalá de Henares) 3 parejas más. En 2008, SEO/BirdLife llevó a cabo el censo nacional de halcón peregrino. En ese momento, en la Comunidad de Madrid se revisaron 98 territorios conocidos y se estimó una población de sólo 28 parejas. En ese momento la población estaba distribuida en dos grandes núcleos, el denominado de la “Sierra” (sierra de Guadarrama) y “Campiña” (correspondiente a los cortados fluviales de los ríos Henares, Jarama, Tajuña y Tajo. La población del casco urbano se restringía a 4 parejas (Del Moral, JC. 2009).

Cada año estos halcones consiguen sacar adelante más de 20 pollos, que son un gran fortalecimiento para la población de la comunidad de Madrid, que se encuentra catalogada como Vulnerable. Pese a ello, y aún siendo obligatorio por ley, la especie no cuenta con plan de gestión ni recuperación.

Características de los halcones urbanos

Los halcones peregrinos urbanos utilizan la ciudad como cualquier hábitat natural. Los edificios elevados son sus cortados y los jardines sus despensas. En los edificios elevados además encuentran repisas con tierra (jardineras) donde asentar sus nidos en época reproductora. Es decir, encuentran resueltas sus necesidades igual que en la naturaleza.

Foto: Enrique García. Hallcon Peregrino hembra

En la comunidad de Madrid en las zonas urbanas encontramos nidos desde un piso 9º, hasta un piso 24. Pero en todos ellos encontramos algo en común, tienen unas grandes vistas de las zonas circundantes, lo que les permite controlar todo lo que pasa alrededor desde sus oteaderos. Utilizan para criar jardineras de pisos que no suelen estar ocupados, o que tienen poco movimiento en ellas. En Madrid y otras ciudades hay bastantes pisos con estas características por lo que no suelen encontrar problemas para criar.

Con el seguimiento que desde SEO/Birdlife llevamos realizando de forma sistemática desde hace más de un lustro, hemos comprobado que los halcones son muy fieles a los edificios que escogen, pueden cambiar de piso si tienen molestias, pero no de edificio.

Acciones realizadas

El seguimiento que se realiza es sólo en época reproductora: localizando los nidos, comprobando que no tienen molestias, comprobando las puestas, momentos de eclosión y finalmente anillamiento de los pollos para identificarlos de por vida.

Si se localiza una pareja en una zona y se comprueba que en el lugar puede tener molestias o incluso puede llegar a perder la puesta o los pollos, se le colocan cajas nido en un lugar idóneo de la zona en el que la pareja pueda criar sin las molestias previas. Actualmente todas las cajas ubicadas por SEO/BirdLife han sido ocupadas, sino el primer año sí el segundo. Sólo se colocan cajas en lugares donde se comprueba que hay parejas.

Una vez localizados los nidos se hacen visitas (desde el exterior) a la zona para comprobar si hay cópulas, cuándo comienza la incubación y cuándo eclosionan los pollos.

Anillamiento de juvenil antes de liberación. Carlos-Ponce

Anillamiento

Entre los 15  y 20 días de vida de los pollos de halcón estos son anillados, tanto con anilla metálica oficial como con anilla de lectura a distancia. En España el halcón peregrino se marca con anilla amarilla y dígitos negros, según coordinación nacional e internacional, así se evitan posibles errores en la identificación, ya que muchas de estas aves se identificarán desde la distancia gracias a este marcaje especial.

Se aprovecha el momento del anillamiento para la revisión veterinaria (actualmente la realizan los veterinarios de Brinzal) y la toma de datos. Los halcones peregrinos, por su dieta especializada en aves, se alimentan de bastantes palomas que les pueden transmitir una enfermedad denominada tricomoniasis, y que puede llegar a producir la muerte del animal por ahogamiento, al producirse una especie de placas que acaban cerrando el conducto respiratorio. Al anillar a los pollos se comprueba si están afectados o no por esta enfermedad, lo que supone una ventaja para que puedan llegar a volar sin sucumbir antes por la enfermedad.

Gracias al anillamiento identificamos a todos los individuos de por vida, y así es como hemos comprobado que ejemplares nacidos en la ciudad de Madrid vuelven a criar al cabo de un par de años a la ciudad o a otras ciudades cercanas, como Leganés (la hembra actual nació en la ciudad de Madrid) o Fuenlabrada.

Además el anillamiento nos permite comprobar los movimientos que realizan las aves en sus primeros momentos y posteriormente, y gracias a ello podemos tener una información interesante sobre las zonas de dispersión de los individuos.

Lamentablemente también nos ha permitido identificar a individuos que han sido abatidos durante la temporada de caza, siendo denunciados por SEO/BirdLife siempre que se ha identificado el coto en el que se ha producido este acto ilegal.

Colaboradores y divulgación

Este seguimiento, que se lleva a cabo sin ningún apoyo económico y en la mayor parte de forma voluntaria, ya que se realiza en el tiempo libre; tiene lugar gracias a la colaboración de numerosos ciudadanos que ayudan en todo lo posible en la red que hemos establecido para el seguimiento de las aves.

En cada pareja tenemos una o dos personas que son nuestra referencia para saber con fiabilidad qué pasa cada año con esos individuos. Sin ellos, y tras muchos años de relaciones se ha establecido una amistad y una colaboración de plena confianza mutua.

Además intentamos realizar mucha divulgación del trabajo que hacemos, ya que consideramos importante el dar a conocer este gran valor que da a las ciudades el alojar, de forma natural, a esta especie tan singular y admirada. La divulgación nos permite además conseguir mayor número de colaboradores, dar con posibles nuevas parejas y que nos sea más sencillo todo el proceso de seguimiento, etc. Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones, tenemos que entrar en domicilios privados para realizar el seguimiento y marcaje y en un primer momento puede suponer algo extraño.

Foto: Juan Alonso Villalobos

Contamos además con la colaboración de la comunidad de Madrid, que nos facilita los permisos de anillamiento, marcaje y toma de muestras. Además en los últimos años nos permiten realizar el marcaje de los juveniles que en sus primeros vuelos caen a la calle y son recogidos por la policía o ciudadanos. Una vez comprobado su estado de salud, los devolvemos marcados (si no lo estaban ya) en las cercanías de sus nidos.

El cuerpo de agentes forestales también colabora y son parte importante del seguimiento, ya que realizan parte de los trabajos en altura que se realizan, tanto de colocación de cajas, como de acceso a nidos y recogida de muestras biológicas (como huevos no eclosionados).

Por otra parte el grupo de anillamiento Guefilos nos proporciona gratuitamente las cajas nido y todo el material para su colocación, y por último Brinzal realiza las tomas de muestras de los pollos y comprobación del estado de salud.

Sin todos ellos, este seguimiento no sería ni tan sencillo (es un decir) ni tan interesante.

Del Moral, J.C. 2009. El halcón peregrino en Madrid. En J.C. del Moral (ED.): El halcón peregrino en España. Población reproductora en 2008 y método de censo, pp. 137. SEO/BirdLife. Madrid

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