Las playas de Dénia castigadas por la erosión

Las playas de Dénia soportan una grabe erosión, un fenómeno que sufre el 20% de las costas de la Unión Europea. Las soluciones puestas en marcha para solucionar el problema en las playas de Dénia no convencen a ecologistas, ni a vecinos de las playas afectadas.

Cada vez que se acerca un temporal vemos como el mar se come literalmente la arena y amenaza urbanizaciones de primera línea. El Ayuntamiento de Dénia multiplica maquinaria y turnos del personal de limpieza para desalojar más de 500 Toneladas de Posidonia de sus playas, porque molesta a los bañistas y producen mal olor. Es un esfuerzo frustrante como el de Sísifo. El próximo temporal volverá a llenar nuestras playas de algas mezcladas con nuestros propios residuos, montones de toallitas, palitos de los oídos, envases de plástico y se volverá a tragar toda la arena que pongamos.

Es evidente que en las playas de la Marina Alta hay un problema de erosión que va en aumento y se recrudece con el cambio climático.  Las tormentas cada vez más intensas y el aumento del nivel del mar están acelerando la erosión de nuestro litoral. Un problema que preocupa cada vez más en los municipios litorales europeos como los de la Marina Alta y que suponen un desafío y un reto económico en zonas sometidas a riesgos naturales recurrentes. 

Playa del Blay Beach, Dénia.

El litoral es una zona frágil y móvil, su morfología (playas, dunas, acantilados, marismas) depende de varios factores como su estructura geológica, fenómenos marinos como mareas, olas, corrientes, nivel del mar y de fenómenos atmosféricos.  Entre las amenazas para la salud y biodiversidad de nuestras costas están la contaminación por residuos (especialmente preocupante es el plástico); la contaminación  por nutrientes (eutrofización)  que procede de diversas fuentes, incluidos la escorrentía agrícola y los vertidos de aguas residuales; y  las actividades económicas como la presión urbanística y turística, extracción de sedimentos en las playas y modificaciones de la dinámica litoral por la construcciones de puertos y espigones. 

Un proyecto polémico de regeneración de playas en Denia

Para frenar los graves procesos regresivos de la costa y recuperar un frente seco de playa con un mínimo de 30 metros, el Ministerio para la Transición Ecológica ha presentado planes de restauración para varios tramos de costa de Dénia por un valor de 30 millones de euros. 

Al inicio de julio la Dirección General de Costas presentó un plan para la estabilización de la playa entre el puerto de Dénia y la desembocadura del río Girona con un presupuesto de 14 M€. Tal proyecto, actualmente en tramitación y sin fecha de realización, pretende parar la regresión del litoral con la construcción de dos espigones (al norte del Blay Beach y en la Punta dels Molins) y el vertido de medio millón de toneladas de arena. 

Para la plataforma vecinal Protejamos la playa, que se ve apoyada por más de 27.000 firmas bajo la petición SOS Dénia, este plan de recuperación tendría poca utilidad, si no se impide al mismo tiempo la progresiva destrucción del litoral por el ladrillo. En la misma memoria del proyecto de Costas se puede leer que unas de las principales causas de la erosión del litoral y especialmente del tramo Blay Beach es “la elevada presión urbanística de la zona”.


La plataforma exige un proyecto integral que no se limite a la construcción de rompeolas y al vertido de arena. Sino uno que frene nuevos excesos urbanísticos que ponen en peligro el proyecto de recuperar la playa. Sobre todo porque estos excesos dañan cada vez mas el equilibrio del litoral y impiden una regeneración natural de las playas. 

Los vecinos ponen como ejemplo el Residencial Las Olas, un complejo de cinco plantas y con 19 apartamentos de lujo, en el extremo norte del Blay Beach, en unas de las zonas de playa más castigadas, donde el mar golpea ya los muros de varias parcelas.  “No sería admisible usar la futura recuperación de la playa como justificación para permitir en zonas sensibles como el Blay Beach nuevos complejos del estilo de Las Olas que sean por sus dimensiones contrarios al objetivo de una estabilización sólida de la costa”, dice la asociación Vecinal en sus alegaciones al plan. 

 Daños del temporal en el Blay Beach, enero-2017

Un esfuerzo inútil

Tampoco parece convencer mucho el proyecto a Ecologistas en Acción del País Valenciá que ha presentado alegaciones y pedido su retirada. Para los ecologistas las actuaciones previstas como “la disposición de 3 millones de metros cúbicos de arena de forma artificial y la construcción de una serie de espigones perpendiculares a la costa…no regeneran las playas…no tienen garantía de durabilidad", pero "sí transformaría el litoral y el fondo marino, con un gran impacto social y ambiental".

Ecologistas en Acción pide la retirada de los proyectos por ser un gasto continuo inútil, “ millones de euros, que a los pocos años acabarán diluyéndose en el mar, supondrá un perjuicio grave para nuestro sector pesquero más sostenible al afectar a la flota de bajura, porque llevará a la desaparición de la base del ecosistema marino de estas pesquerías".

La organización ecologista siempre ha estado en contra de la regeneración de playas añadiendo artificialmente arena extraída del fondo marino, por considerarlas lesivas para el medio ambiente y no una actuación de mejora ambiental. Estos impactos están relacionados con la erosión del fondo donde se extrae la arena, el aumento de la turbidez del agua, el enterramiento de las comunidades marinas y el cambio en la sedimentología y configuración natural de la costa. Pero no sólo se alterará el suelo de la costa de Denia, los puertos de  Benidorm, Altea y Valencia  serán el destino de los lodos sobrantes. 

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