La fiscalía abre diligencias por la muerte de Marina en La Albufera

En la denuncia penal de CGT, que ha motivado el inicio de la investigación por parte de la Fiscalía, el sindicato acusa a IBERDROLA, como propietaria de la línea eléctrica que ha provocado la electrocución del ave protegida, de varios delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y relativos a la protección de la fauna.

La Fiscalía Provincial de Valencia ha incoado diligencias de investigación penal contra IBERDROLA como consecuencia de la denuncia presentada por el sindicato Confederació General del Treball (CGT) por la electrocución de un ejemplar de águila pescadora el pasado 28 de enero en una línea eléctrica de su propiedad, dentro del Parque Natural de l’Albufera de València, comunica el sindicato en una nota de prensa. En la denuncia penal de CGT, que ha motivado el inicio de la investigación por parte de la Fiscalía, el sindicato acusa a IBERDROLA, como propietaria de la línea  eléctrica que ha provocado la electrocución del ave protegida, de varios delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y relativos a la protección de la fauna.

 Águila pescadora en la Marjal de Pego-Oliva. Foto y portada : Jorge García Polop

El águila pescadora es una especie incluida en los catálogos valenciano y español de especies amenazadas en la categoría “Vulnerable” y en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) está declarada para España como “En Peligro Crítico de Extinción” y está extinguida como especie reproductora en la Comunitat Valenciana desde los años 80, siendo objeto de un programa de reintroducción del que formaba parte “Marina”, el  ejemplar que murió electrocutado y que fue liberado en junio de 2019 junto a otras tres en la Marjal de Pego-Oliva.

Marina, el águila pescadora que eligió la Albufera

Samarucdigital pudo seguir de cerca el proyecto de reintroducción y vivió en directo el primer vuelo de Marina en la Marjal de Pego-Oliva. De los cuatro ejemplares soltados en Pego, tres migraron al África Subsahariana y Marina se instaló en l'Albufera. El proyecto fue un éxito en su primera fase en parte por el apoyo y colaboración de la sociedad en el proyecto de la Consellería de Transición Ecológica de la Generalitat. También IBERDROLA que corrigió todos los tendidos de la Marjal. 

Marina, fue el águila más precoz y activa, empieza en agosto a hacer los primeros vuelos largos hacia la Cala de la Granadella, al Embalse de Bellús y en el Parque Natural de la Albufera. A mediados de agosto recorre casi 600 km hacia el sur, llegando a Cartagena y Lorca, antes de girar hacia Albacete para volver después a Pego. En septiembre viaja al norte al embalse de Sitjar, en Onda (Castelló), para volver al P.N. de la Albufera.

Una muerte evitable

Según CGT, La muerte de “Marina” no es un caso aislado, ni un accidente inevitable, sino un caso claro de negligencia, ya que la línea eléctrica causante de la muerte fue declarada de alta peligrosidad para las aves por la Generalitat en 2017, comunicándole a su titular la obligación que tenía de corregirla. 

El sindicato recuerda que el Defensor del Pueblo advirtió recientemente en su informe anual de la pasividad de las Administraciones en obligar a adecuar las líneas eléctricas de alta tensión para evitar la muerte de aves por electrocución y ha observado "graves demoras" (hasta 10 años) en la aplicación de la norma, que daba un año de plazo para acometerse. Eso si, advertencias y recomendaciones sin carácter vinculante, que tanto IBERDROLA como las Administraciones siguen ignorando, sin que nada ocurra.

 Águila pescador. Foto: archivo Samarucdigital.

CGT considera inaceptable que IBERDROLA, una multinacional con unos beneficios de 3.406 millones de euros en 2019 (un 13% más que el año anterior) y que nos tiene acostumbrados a grandes campañas de publicidad exaltando su “energía verde” y sus supuestas acciones por el medio ambiente, mantenga líneas eléctricas precarias que causan la muerte de miles de aves protegidas, generando graves daños al medio ambiente.

Soluciones pero tarde

Ante la muerte de Marina por electrocución las ONG y asociaciones conservacionistas exigieron a la administración medidas urgentes contra las electrocuciones de aves. SEO/BirdLife, como miembro del Comité de Seguimiento del proyecto de reintroducción, insistió en la necesidad y urgencia de corregir los apoyos de los tendidos eléctricos de las zonas húmedas, como elemento imprescindible para garantizar la supervivencia de las aves reintroducidas. La ONG recordaba que En los últimos 10 años, 2.136 rapaces han ingresado en los centros de recuperación de fauna de la Comunitat Valenciana con diagnóstico de muerte por electrocución. Y en 2019 se ha alcanzado el máximo registro de rapaces electrocutadas, con 300 ejemplares. Este problema tiene lugar en todo el territorio valenciano afectando a otras muchas aves rapaces, y especialmente al águila perdicera.

La rápida actuación de la administración autonómica y de Iberdrola que corrigió todos los tendidos eléctricos de l’Albufera llegaba tarde, dado que la ZEPA de l’Albufera es una zona prioritaria de protección de la avifauna contra la colisión y electrocución, según la Resolución de 15 de octubre de 2010 del Gobierno valenciano. La corrección de los tendidos debería haberse finalizado un año después de la publicación de la Resolución, el apoyo en el que ha muerto electrocutada ‘Marina’ ya había sido identificado como peligroso y debería haber sido corregido, evitando la muerte de esta y otras aves.

Por su parte, ADENSVA, SVO (Societat Valenciana d’Ornitologia), Acció Ecologista Agró, GER-EA (Grup d’Estudi i Protecció dels Rapinyaires – Ecologistes en Acció) y AHSA (Amigos de los Humedales del Sur de Alicante) elaboraron un documento y lo remitió a la Generalitat Valenciana para solicitar la creación de Patrullas específicas de Agentes Medioambientales que se encarguen de revisar intensivamente los tendidos eléctricos, al objeto de detectar la mortalidad real de aves que se produce cada año en estas instalaciones en la Comunitat Valenciana. Actualmente no se realiza una búsqueda sistemática de los cadáveres de aves electrocutadas, por lo que se calcula que se encuentra y recoge por la Administración apenas un 15% de las muertes producidas. Recordaban a la administración que no debe mirar hacia otro lado. No solamente están en juego especies como el Águila de Bonelli, el Milano real, el Águila imperial o el Águila pescadora, está en juego el equilibrio en los ecosistemas. La disminución en el número de ejemplares de estas aves rapaces produce desequilibrios que se traducen en plagas, principalmente de conejos que producen graves daños a la agricultura.


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